Zigzagueando la vereda
una eremita asustada
iba hilando callada
las paradojas vividas
iba hilando callada
las paradojas vividas
que
dañaron su quimera.
Trasiega
en el alma la hiel
con
marca de hierro fiel
que
le incrustó su lección
de
que no monte camión,
cuando
debe ir a nivel.
Ya
sabía de palizas
que
la vida suele dar
al que se atreva a luchar
y
arremangar su camisa,
contra
ideas enfermizas.
Más
nunca imaginaría
que
las reses de la vía
su
ruta harían cambiar
no dejándola pasar
la
meta que soñaría.
Y
fue así que concluyó
que
blanco y negro se encuentran
si
con el amor se inventan
los
matices que olvidó,
el
pintor que los mezcló.
Por
eso recorre atajos
para
evitar altibajos
que
le ponchen la ilusión
de
arribar a la estación
en
donde se unen los sabios.
@na
25
d Enero de 2012
Clic en el enlace debajo para escuchar el audio del poema por su autora
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